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sábado, 30 de agosto de 2014

CAPÍTULO DE ADELANTO del nuevo libro de BECCA FITZPATRICK: BLACK ICE

Hola de nuevo!

Hoy, les traemos el capítulo de adelanto publicado por Becca Fitzpatrick de su nuevo libro, Black Ice, por supuesto, traducido al español.

Disfrútenlo!






Diez minutos después, estaba en la tienda, llenando un vaso con Blue Raspberry Slurpee (N/T: equivalente a granizado o raspadilla de frambuesa azul). Bebí un poco de la parte
superior y lo volví a llenar. Willie Hennessey, quien estaba trabajando en la caja registradora, me dio el mal de ojo.
"Santo cielo," dijo "Sírvete tú misma, ¿por qué no lo haces?"
"Ya que te has ofrecido a hacerlo," le dije alegremente, y metí el sorbete entre mis labios una vez más antes de volver a llenar el vaso.
"Se supone que debo mantener la ley y el orden aquí."
"Dos pequeños sorbos, Willie. Nadie se va a la quiebra por dos sorbitos. ¿Cuándo te convertiste en una especie de chiflado?"
"Desde que comenzaste a hurtar Slurpee pretendiendo que no puedes accionar la bomba de gas, de manera que yo tengo que salir y llenar el tanque de tu auto por ti. Cada vez
que te veo entrar a la tienda, quiero tirarme una patada."
Arrugué la nariz. "No quiero que mis manos queden oliendo a gas. Y tú eres particularmente bueno bombeando gas, Willie," le dije con una sonrisa halagadora.
"La práctica hace al maestro," murmuró.
Me dirigí con los pies descalzos por los pasillos en busca de Twizzlers y Cheez-Its, pensando que si a Willie no le gustaba llenar el tanque de gas por mí, él realmente debería
conseguir otro trabajo, cuando la puerta de entrada sonó. Ni siquiera había oído los pasos antes de sentir un par de calientes y callosas manos deslizarse sobre mis ojos desde
atrás.
"¿Adivina quién soy?"
Su familiar olor jabonoso parecía congelarme. Recé por que él no pudiera sentir mi cara calentarse bajo su toque. Por el momento más largo de la historia, no pude encontrar mi voz. Parecía hundirse dentro de mí, rebotando dolorosamente en mi garganta.
"Dame una pista," dije, esperando sonar aburrida. O algo molesta. Cualquier cosa menos dolor.
"Bajo. Gordo. Desagradable sobremordida (N/T: superposición de manera considerable del maxilar y los dientes superiores)." Su voz suave y burlona después de todos estos meses. Sonaba familiar y extraño al mismo tiempo. Sentirlo tan cerca me aturdía los nervios. Tenía miedo de empezar a gritarle, allí mismo, en el 7-Eleven. Si dejo que él se acerque demasiado, tengo miedo de no gritarle. Y yo quería gritar —había pasado 8 meses practicando lo que le diría en mi mente y estaba lista para dejarlo salir.
"En tal caso, voy a tener que decir... Calvin Versteeg." Soné descuidadamente educada. Estaba segura de ello. Y no podía pensar en un mayor alivio.
Cal caminó a mi alrededor y apoyó un codo en la parte final del pasillo. Me dio una sonrisa lobuna. Él había dado en el clavo con todo su diabólico encanto hace unos años atrás.
Había sido una tonta por ese entonces, pero yo era más fuerte ahora.
Haciendo caso omiso de su bello rostro, le eché un vistazo luciendo aburrida. Por lo visto, había dejado su estilo de recién levantado en su cabello esta mañana. Estaba más largo de lo que recordaba. En los días más calurosos de práctica en la pista, cuando el sudor le caía por las puntas, su cabello se volvía del color de la corteza de los árboles. El recuerdo hizo que algo dentro de mí doliera. Empujé a un lado mi nostalgia y miré a Calvin con fría indiferencia. "¿Qué quieres?"
Sin siquiera preguntar, se inclinó sobre el sorbete de mi Slurpee por un lado y bebió de él. Se limpió la boca con el dorso de su mano. "Háblame de ese viaje de campamento."
Tiré de mi Slurpee y lo coloqué fuera de su alcance. "Viaje de mochilero." Sentí que era importante hacer la distinción. Cualquiera podía irse de campamento. Mochilear requería habilidad y agallas.
"¿Tienes todo lo que necesitas?" prosiguió.
"Y unas pocas cosas que deseo, también." Me encogí de hombros. "Hey, una chica necesita su brillo para labios."
"Seamos honestos. Korbie nunca te permitrá dejar la cabaña. Le aterroriza el aire fresco. Y no le puedes decir no a ella." Se tocó la cabeza sabiamente. "Las conozco, chicas."
Le di una mirada de indignación. "Vamos a irnos de excursión durante una semana completa. Nuestra ruta tiene una extensión de cuarenta kilómetros." Bueno, tal vez eso fue un
poquito exagerado. De hecho, Korbie había accedido a no más de dos kilómetros de caminata por día, y había insistido en que caminemos en círculos alrededor de Idlewilde, en caso de que necesitemos un rápido acceso a instalaciones o TV por cable. Aunque yo no había realmente esperado excursionar la semana entera, había planeado dejar a Krobie y Bear en la cabaña por un día e ir de caminata por mi cuenta. Quería poner mi entrenamiento a prueba. Obviamente ahora que Calvin iba a acompañarnos, iba a conocer detalles de nuestros verdaderos planes muy pronto, pero por el momento, mi mayor prioridad era impresionarlo. Me hacía sentir enferma y me decía a mí misma que él no tenía ninguna razón para tomarme en serio. Podía estar haciendo frente todo el tiempo a cualquier crítica que podría recibir de él, ahora o después, insistiendo en que yo hubiera querido salir de excursión toda la semana y Korbie me estaba deteniendo —Calvin no encontraría esa excusa inverosímil.
"Sabes que varias de las rutas de senderismo están aún cubiertas de nieve, ¿verdad? Y los alojamientos no han abierto por la temporada, por lo que las personas son escasas.
Incluso la Estación de Guardaparques Jenny Lake está cerrada. Tu seguridad es tu responsabilidad —ellos no garantizan rescates."
Lo miré con los ojos redondos. "¡No me digas! No voy a entrar en esto estando completamente a oscuras, Calvin," dije con brusquedad. "Lo tengo cubierto. Vamos a estar bien."
Él se frotó la boca, escondiendo una sonrisa, sus pensamientos perfectamente claros.
"Realmente no crees que pueda hacerlo," dije, tratando de no sonar afectada.
"Sólo pienso que ustedes dos se divertirán más si van a Lava Hot Springs. Podrás disfrutar de las piscinas de agua mineral y pasar un día de compras en Salt Lake."
"He estado entrenando para este viaje durante todo el año," argumenté. "Tú no sabes lo duro que he trabajado, porque no has estado allí para verlo. No me has visto en ocho
meses. No soy la misma chica que dejaste atrás. Tú ya no me conoces más."
"Buen punto," dijo, volteando las palmas hacia arriba para mostrar que sólo había hecho una sugerencia inocente. "Pero, ¿por qué Idlewilde? No hay nada qué hacer allí. Tú y Korbie se aburrirán después de la primera noche."
No sabía por qué Calvin estaba tan puesto en disuadirme. Él amaba Idlewilde. Y él sabía tan bien como yo que no había mucho qué hacer allí. Entonces, me di cuenta. Esto no era por mí o Idlewilde. Él no deseaba tener que acompañarnos. Él no quería pasar tiempo conmigo. Si él conseguía que yo desistiera de hacer el viaje, su papá no lo obligaría a unirse a nosotros, y tendría sus vacaciones de primavera de nuevo.
Digiriendo esta penosa realización, me aclaré la garganta. "¿Cuánto te están pagando tus padres para acompañarnos?"
Él me dio una gran mirada evaluativa en son de burla. "Evidentemente no lo suficiente."
Entonces así era como íbamos a jugar. Un poco de flirteo sin sentido aquí, un poco de bromas allá. En mi imaginación, tomé un marcador negro y dibujé una gran X sobre el nombre de Calvin.
"Sólo para que quede claro, yo argumenté en contra de que vengas con nosotros. ¿Tú y yo juntos de nuevo? Hablamos de algo incómodo." Eso había sonado mejor en mi cabeza. Suspendida ahora entre nosotros, las palabras sonaron celosas, mezquinas e implicativas —exactamente como sonaría una ex-novia. No quería que él supiera que estaba aún dañada. No cuando él era todo sonsrisas y guiños.
"¿De veras? Bueno, esta carabina acaba de cortar el toque de queda por una hora," bromeó.
Asentí con la cabeza más allá del ventanal de la tienda hacia el BMW X5 4x4 aparcado afuera. "¿Es tuyo?" Supuse. "Todavía un regalo más de tus padres, o realmente haces más que perseguir chicas en Stanford, algo como mantener un trabajo respetable?"
"Mi trabajo es perseguir chicas." Una sonrisa odiosa. "Pero no lo llamaría respetable."
"¿No tienes una novia seria entonces?" No pude decidirme a mirarlo, pero me sentí inmensamente orgullosa de mi tono oh-qué-casual. Me dije que no me importaba su respuesta, de una manera u otra. De hecho, si él había seguido adelante, era otra luz verde intermitente diciéndome que yo era libre de hacer lo mismo. Él me dio un codazo. "¿Por qué? ¿Tú sí tienes novio?"
"Por supuesto."
"Sí, claro." Él soltó un bufido. "Korbie me lo habría dicho."
Mantuve mi postura, arqueando mis cejas con aire de suficiencia. "Lo creas o no, hay algunas cosas que Korbie no te dice."
Sus cejas se fruncieron. "¿Quién es él?" preguntó con cautela. Pero lo hice de todos modos.
"No lo conoces. Él es nuevo en la ciuidad."
Él negó con la cabeza. "Demasiado conveniente. No te creo." Pero su tono sugirió que podría hacerlo.
Sentí un impulso irresistible de demostrarle que yo había seguido adelante —con o sin cierre, y en este caso, sin él. Y no sólo eso, sino también que había seguido adelante con un mucho, muchísimo mejor muchacho. Mientras Calvin estaba ocupado siendo un mujeriego meloso en California, yo NO estaba —y repito, NO— deprimida, y suspirando por viejas fotos de él.
"Allí está él. Míralo por ti mismo," dije sin pensar.
Los ojos de Calvin siguieron mi gesto hacia el Volkswagen Jetta rojo aparcado afuera en la estación de gas más cercana. El tipo que estaba bombeando gas en el Jetta lucía como un par de años mayor que yo. Su cabello castaño estaba recortado, y mostraba la sorprendente simetría de su rostro. Con el sol a sus espaldas, las sombras marcaban las depresiones por debajo de sus pómulos. No podría decir de qué color eran sus ojos, pero esperaba que fueran marrones. No por otra razón que los de Calvin eran de un profundo y exuberante verde. El muchacho tenía los hombros rectos, esculpidos, que me hicieron pensar en que probablemente era un nadador. Yo nunca lo había visto antes.
"¿Ese tipo? Lo vi mientras entraba aquí. La placa del auto es de Wyoming." Calvin sonaba poco convencido.
"Como dije, es nuevo en la ciudad."
"Él es mayor que tú."
Lo miré significativamente. "¿Y?"
La puerta sonó y mi novio falso ingresó a la tienda. Era incluso más guapo de cerca. Y sus ojos eran definitivamente marrones —un marrón degradado que me recordó a madera flotante. Metió la mano en su bolsillo de atrás por su billetera, y yo agarré el brazo de Calvin y lo arrastré detrás de un estante donde se apilaban Fig Newtons y Oreos.
"¿Qué estamos haciendo?" preguntó Calvin, mirándome como si hubiera brotado dos cabezas.
"No quiero que me vea," susurré.
"Porque realmente no es tu novio, verdad?"
"No es así. Es que—"
¿Dónde estaba una tercera mentira cuando la necesitaba?
Cal sonrió diabólicamente, y lo siguiente que supe, él había sacudido mi mano y estaba caminando relajadamente hasta el mostrador. Atrapé un gemido entre mis dientes y miré a através de los dos estantes de arriba.
"Hey," dijo Calvin amablemente al tipo, que vestía una camiseta de franela auténtica de los búfalos, jeans, y botas de montaña.
Con apenas una mirada hacia arriba, el hombre inclinó la cabeza en reconocimiento.
"He oído que estás saliendo con mi ex," dijo Calvin, y hubo algo innegablemente petulante en su tono. Me estaba dando un sorbo de mi propia medicina, y él lo sabía.
El comentario de Calvin llamó la atención del tipo. Estudió a Calvin con curiosidad, y sentí mis mejillas ponerse aún más calientes.
"Ya sabes, tu novia," aguijoneó Calvin. "Oculta detrás de las galletas justo allí."
Él estaba señalándome.
Me incorporé, mi cabeza saliendo a la superficie, por encima del estante. Alisé mi camisa y abrí la boca, pero no hubieron palabras. No tenía palabras en absoluto.
El chico miró más allá de Calvin hacia mí. Nuestras miradas se encontraron brevemente, y yo iba a articular un humillado Puedo explicarlo... pero no pude.
Entonces algo inesperado ocurrió. El chico miró directamente a Calvin, y dijo con una voz tranquila, imperturbable, "Sí. Mi novia. Britt."
Me estremecí. ¿Él sabía mi nombre?
Calvin parecía también sorprendido. "Oh. Oye. Lo siento, hombre. Pensé—" Le tendió la mano. "Soy Calvin Versteeg," balbuceó torpemente. "El ex… de Britt."
"Mason."
Mason miró la mano extendida de Calvin, pero no la tomó. Colocó tres billetes de veinte en el mostrador para Willie Hennessey. Luego se acercó a mí y me besó en la mejilla. Fue un simple beso, pero mi pulso palpitaba igual. Él sonrió, y fue una caliente, sexy sonrisa. "Veo que no has superado tu adicción de Slurpee, Britt."
Poco a poco le devolví la sonrisa. Si él estaba en el juego, entonces yo también lo estaba. "Te vi entrar, y necesitaba algo para refrescarme." Me ventilaba mientras lo miraba con adoración.
Sus ojos se arrugaron en las esquinas. Estaba bastante segura de que se estaba riendo por dentro.
Le dije: "Podrías pasar por mi casa más tarde, Mason, porque compré un nuevo brillo de labios que podría usarlo a prueba..."
"Ah. ¿Un juego de besos?," dijo sin titubear.
Lancé una mirada maliciosa a Calvin para medir cómo estaba manejando el coqueteo. Para mi alegría, parecía que había mascado un bocado de cáscara de limón.
"Ya me conoces—siempre condimentando las cosas, " respondí con voz sedosa.
Calvin se aclaró la garganta y cruzó los brazos sobre el pecho.
"¿No deberías estar yéndote, Britt? En serio debes de llegar a la cabaña antes de que anochezca."
Algo indescifrable nubló los ojos de Mason. "¿Vas a acampar?," me preguntó.
"Una excursión," corregí. "En Wyoming—el Grand Teton. Te lo iba a decir, pero..." ¡Argh! ¿Qué razón podría haber surgido para no decirle a mi novio sobre su viaje? Tan cerca de terminar esto, y lo estaba arruinando todo.
"Pero no pareció importante, ya que yo también voy a salir de la ciudad, y no vamos a ser capaces de pasar la semana juntos de todos modos," Mason terminó fácilmente.
Lo miré a los ojos de nuevo. Guapo, inteligente, dispuesto a todo—incluso haciéndose pasar por el novio de una chica a la que nunca había conocido—y sorprendentemente mentiroso. ¿Quién era este tipo? "Sí, exactamente," murmuré.
Calvin ladeó la cabeza hacia mí. "Cuando estábamos juntos, ¿alguna vez me fui durante una semana sin decirte?"
Te fuiste por ocho meses, pensé sarcásticamente. Y rompió conmigo en la noche más importante de mi vida. Jesús dijo que debemos perdonar, pero siempre hay espacio para una excepción.
Le dije a Mason, "Por cierto, mi papá te quiere para la cena la semana que viene."
Calvin hizo un ruido ahogado. Una vez, cuando me había llevado a casa cinco minutos después del toque de queda, nos detuvimos en el camino para ver a mi padre de pie en el porche golpeando un palo de golf con su palma. Él vino marchando y golpeó contra el negro Ford F-150 de Calvin, dejando un bonito cráter redondo. "La próxima vez que la traigas a casa tarde, voy a apuntar a los faros," dijo. "No seas tan estúpido como para necesitar tres advertencias."
No lo decía en serio, en realidad no. Como yo era el bebé de la familia y la única niña, mi padre tenía una racha de mal humor cuando se trataba de los chicos con los que salía. Pero, en realidad, mi padre era un viejo adorable. Sin embargo, Calvin nunca rompió el toque de queda de nuevo.
Y ni una sola vez se le había permitido venir a cenar.
"Dile a tu papá que me vendría bien algunos consejos más de la pesca con mosca," dijo Mason, sin dejar de sostener nuestra farsa. Milagrosamente, él también había adivinado correctamente el deporte favorito de mi padre. Todo este encuentro estaba empezando a sentirse... espeluznante. "Oh, y una cosa más, Britt." Pasó su mano por mi cabello, apartándolo de mi hombro. Yo estaba completamente inmóvil, su toque congeló mi aliento en mi interior. "Ten cuidado. Las montañas son peligrosas en esta época del año."
Lo miré boquiabierta por el asombro hasta que se retiró de la gasolinera y se marchó.
Él sabía mi nombre. Había salvado mi trasero. Él sabía mi nombre.
[…]
"Pensé que estabas mintiendo, " Calvin me dijo, mirando aturdido.
Entregué a Willie un billete de cinco por mi Slurpee y se guardó el cambio.
"Esta conversación ha sido muy satisfactoria," le dije a Calvin, "probablemente debería ir a hacer algo más productivo. Como rayar tu coche. Es tan bonito."
"¿Así como yo?" Él movió las cejas con expectación.
Llené mis mejillas con Slurpee, fingiendo que tenía la intención de escupirle. Dio un salto brusco y para mi satisfacción, su sonrisa arrogante, finalmente, se desvaneció.
"Nos vemos esta noche en Idlewilde," Calvin gritó al salir de la tienda.
A modo de respuesta, alcé un pulgar.
Mi dedo medio habría sido demasiado obvio.
Al pasar junto al BMW de Calvin en el aparcamiento, me di cuenta de que las puertas estaban desbloqueadas. Miré hacia atrás para asegurarme de que él no estaba mirando, luego tomé una decisión en una fracción de segundo. Entrando por la puerta del copiloto, golpeé el espejo retrovisor fuera de la alineación, derramé Slurpee en las alfombras y robé su colección vintage de CDs de la guantera. Era una tontería que hacer, pero me hizo sentir un poco mejor.
Daría los CDs de vuelta esta noche—después de haber rayado algunos de sus favoritos.


................

Y, ¿qué les pareció?
¿Cuáles son sus teorías? ¿Será Calvin el chico bueno? ¿O tal vez oculta algo? ¿Por qué se muestra tan reticente a que Britt vaya a las montañas? ¿Será realmente porque se preocupa por su seguridad o es que él sabe algo que ella no? ¿Y Mason? ¿Qué opinan de él? Habiendo leído la sinopsis, sabemos que él es uno de los secuestradores de Britt. Tal vez por ello es que él sabe tanto de ella, sin que ésta la conozco o lo haya visto alguna vez. Esperamos sus comentarios!




Fuente: countdowntoblackice.com
Traducción: Hush Hush Perú Oficial

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